La Luz

Lucecitas
Esas tan vivas, alumbrando caminos de niñez
luciérnagas furiosas, encendiendo enfrascaditas
en la densa negritud de noches veraniegas.
Y el olor de la hojarasca en tantas llamas crepitando.
Juegos de luces y sombras, andando a tientas, a veces.  
Y el dar a luz, brillante, y entonces las del arbolito.
Y las de hace eras, luminarias del saber o luz divina,
que si cual liebre encandilada, tanto brillo encegueciendo
como si no hubiera, si no hubiese lo opacado, deslucido.
Que si un incrédulo, más allá entonces, desentrampando,
luces y sombras que dejan ver, resonar la opacidad.