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Yo vivo con la música
Duke Ellington

Sonoridades

Batea de abatidos
por Van Gogh i Tyson

Que un revólver es, también, un instrumento de percusión, nadie lo duda. Y sino preguntenles (medium mediante) a los músicos que supieron tocar a duo con ellos.

El percusionista cubano Chano Pozo le vio la jeta al 6 fuegos en las calles de NYC, cuando estaba yendo a tocar. Era diciembre de 1948 y murió del primer tiro, que le entró en el corazón. La descarga del resto del tambor sobre su cuerpo más bien parece un torpe e innecesario reconocimiento hacia su música de parte de su sicario (misma torpeza innecesaria con la que las bandas tributo rematan al difunto).

La Motown perdió a Marvin Gaye en 1984, cuando le vinieron dos tiros de la mano de un predicador evangélico que además era su padre. Lo liquidó porque era un poco más puto y más drogón de lo que el Señor es capaz de encarrilar.

También por líos de sotanas (que me perdone la teoría conspirativa) fue que el Gordo Chapman le deserrajó 4 balazos a Lennon y se sentó en la vereda a leer a Salinger hace ya 30 años, el 8 de diciembre de 1980. [Badía, que habría colocado el vinilo de Revólver en un reproductor de CD, escuchó claramente esta profecía.] 

El mismo 8-D, pero del 2004. Derrel Abbott (ex guitarra de Pantera) atrapa 6 unidades de heavy metal durante un concierto. De bonus track cayeron otros 3, aparte  del asesino que fue tumbado sobre el escenario por un policia de un escopetazo en la nuca.

Con los rappers Scott LaRock (1987); Tupac Shakur (1996); Notorius B.I.G. (1997) y los emplomados músicos de narcocorridos (línea Sinaloa) hay para ir completando la batea de los grandes países del norte.

Por aquí abajo, a pesar de las miserias que invoca el tango, el difunto no aparece. Apenas para no salir zapateros fue que en 1915 el gran cantor franco-uruguayo paró un chumbazo de pechito, y ahí se le quedo alojado. Fue en un entrevero a las puertas del Palais de Glace. Para los gardeleanos devotos de su heterosexualidad se trató de un asunto de minas.

Y entre cuernos, tiros, minas y cosa golda, llegamos al fin de Lee Morgan en 1972 cuando, mientras tocaba en un club, su mujer le agujereo la cabeza de un plomazo porque, ademas de tener un altísimo dominio de la trompeta, ejercía el segundo oficio más viejo del mundo: era cafhiso.
Aquí lo tenemos en el primero de sus dos pasos por los Jazz Messengers de Art Blakey, recordando a su fallecido antecesor: Clifford Brown. Apunten al play y recuérdenlos como les plazca.

Buenas noches.

Janelle Monáe vs. Chaka Khan
por Alejandro Feijóo

Enfrentamos a una de las reinas más o menos fugaces del funk con quien probablemente lo sea en un futuro androide que ya está entre nosotros. Yeah.

The ArchAndroid | Wondaland Arts Society/Bad Boy Records | 2010
El hechizo pasa muy de vez en cuando, y cuando ocurre conviene no dejarlo escapar, máxime en tiempos estos de brillos tan opacos. La chica no es descaradamente bella ni despampanantemente curvilínea, responde al afrancesado nombre de Janelle Monáe, y para colmo su primer LP presenta una de las portadas más feas de lo que va de siglo (remedo evidente del Metrópolis de Lang). No obstante estas invitaciones al desaliento, es escuchar su música y meterse en un truco de magia.

Pasar por The ArchAndroid… supone abrir la ventana del piso más alto, tirarse por ella y quedar flotando. Como en un experimento de ausencia de gravedad, el oyente levita pero no descansa, frunce el ceño y a la vez contrae los músculos de su cuello para seguir el ritmo que ya se desató en los pies. Seguir los ritmos, porque estamos ante un disco de funk y aledaños, ok, pero la placa lo mismo regala toques vintage (Sir Greendown) que desembarcos en orillas callejeras (el propio corte Tightrope); y altera tanto con estallidos discoqueteros (Locked Inside) como con líneas furiosas de un bajo no future (Come Alive).

La voz de Monáe es poderosa sin llegar a torrente, gracias a una técnica vocal depurada que la reserva de alardes tribuneros. Bailarina y actriz antes que intérprete musical, la precisión de sus directos ya llegó a oídos, entre otros, del mismísimo Prince, quien la atrajo hacia la nómina de su próxima gira… Lo dicho: abran la ventana, olvídense de estilos y casillas y adopten a esta androide antes de que la ensucie el brillo de los Grammy.

 

Rags to Rufus: feat Chaka Khan | ABC Records | 1974
Seguramente la melodía de Tell me something good tenga su lugarcito en más de un álbum de fotos. El tema compuesto por Stevie Wonder formaba parte del segundo disco de Rufus, y era la primera vez que la voz de Chaka Khan sonaba con esa mezcla de derroche y misterio que la haría reinar durante algunas noches de las décadas de los setenta y ochenta. La canción le regaló a Chaka el primero de sus diez Grammy y significó el comienzo de una carrera que supo conocer altibajos.

Nacida Yvette Marie Stevens, reza la wikileyenda que se convirtió en Chaka por un chamán africano. Para entonces había ingresado y abandonado las Panteras Negras, y tras coquetear con las armas de fuego comenzó a hacerlo con un bajista hindú apellidado Khan. Con él se casaría y se divorciaría casi el mismo día, tras arrebatarle el apellido y un contrato discográfico. Para entonces apenas había terminado el secundario y ya tocaba la batería y el bajo y había conformado fugazmente un par de bandas antes de ingresar en Rufus.

Chaka trasladaría el formato de relaciones tormentosas a sus compañeros de grupo, quienes uno a uno fueron abandonando Rufus. Hasta que un día ella se dejó a sí misma a cambio de una carrera solista que se arrimó algo desafortunadamente al jazz, para concluir en el nicho de un pop más bien facilón. Malas decisiones artísticas aparte, su voz continuaba manteniendo el influjo de Tell me… Tanto que el rey Prince la fichó para su sello NPG y se la llevó de gira. El siglo XXI la ha encontrado a favor de las descargas de música en internet, mientras espera que la Warner se decida a remasterizar lo mejor de sí misma.

 

Obsesión por el gatillo
por Alice Pollina


John Lennon se cubría las orejas con las palmas de las manos mientras decía “Phil, si me vas a disparar hacelo ahora pero no me jodas los oídos”. Segundos antes, Spector había apuntado con su revólver hacia el techo del estudio Record Plant y había apretado el gatillo. Hasta Bertha, la madre del productor, que estaba sentada en el control se tiró al suelo. Era 1973, y estaban grabando “Rock and Roll”, un álbum de clásicos del ex-beatle. Días antes los habían invitado amablemente a abandonar la sala de A&M, cuando los directivos del sello advirtieron que Spector portaba armas.

“Lo que realmente estaba pasando en el estudio tenía que ver con revólveres - cuenta Leonard Cohen sobre la grabación de su disco “Death of A Ladies´ Man”-. La música era secundaria, las personas estaban borrachas y armadas hasta los dientes. Había balas hasta en tu hamburguesa”.

Según Mark Ribowsky, el biógrafo de Spector, el productor se acercó al cantautor canadiense con una botella de Manischewitz en una mano y una pistola en la otra, le pasó el brazo alrededor del hombro y le puso el arma en el cuello. “Leonard te quiero”, le dijo. El cantante, con el aplomo que lo caracteriza le contestó: “Espero que así sea Phil”. Cuando salió el disco, en 1978, los críticos acusaron a Spector de asesinar  la sensibilidad poética del músico con arreglos inapropiados. Lo que no sabían es que si hubiera querido, el productor podría haber asesinado al propio Cohen.

La leyenda dice que Phil Spector también les apuntó a The Ramones cuando grabaron su disco “The End Of The Century”, pero esos rumores fueron desmentidos por Marky y Joey.

No se sabe muy bien cuándo y por qué Phil Spector comenzó a portar armas. Ribowsky, y Mick Brown (autor del libro Tearing Down The Wall Of Sound) hablan de dos posibles momentos: Luego de su primer presentación en televisión, cuando recién comenzaba su carrera en la música e integraba The Teddy Bears. La banda había ido a presentar su hit “To Know Him Is To Love Him” y Spector habría sido atacado o amenazado en el baño del canal por lo que habría decidido llevar armas como protección. Otra posibilidad es que haya sido cuando acompañó a Ronnie, su segunda esposa y a su suegra a un concierto de gospel en una iglesia, en el año 1962. Lo que sí se sabe es cómo terminó su obsesión por el gatillo: con una actriz muerta bajo el techo de su mansión; Lana Clarkson, protagonista de películas clase B, quien estuvo en Argentina filmando con Víctor Bó.

World Trio | Cinelu, Eubanks & Holland
Intuition Records | 1995

Este disco es el único grabado por este trío de grandes músicos, cada uno de los cuáles aportó temas propios. El francés Mino Cinelu (Miles Davis, Weather Report, Gong) estuvo a cargo de una percusión que rebosa de texturas, sonoridades y ritmos que remiten/resumen/recorren los más diversos puntos de nuestro planeta. Del virtuosismo de Kevin Eubanks (Art Blakey & The Jazz Messengers y un extenso recorrido como solista) puede dar cuenta la guitarra acústica con la que despliega su talento, no sólo por su extraordinaria velocidad -que por momentos parece sobrehumana- sino porque, por sobre ella, construye un sonido claro, brillante, extraño que coquetea con el vértigo y la levedad. El bajo de Dave Holland (Miles Davis, Chick Corea, otros monstruos del jazz y de una fructífera producción solista) es el secreto del éxito, la argamasa que hace que el disco funcione como un todo. Su bajo transmite autoridad, amplios horizontes que recorrer y el tirón a tierra cuando los espíritus enardecidos de sus compañeros amenazan con explotar; aún cuando es él mismo quien abre el juego a nuevas frases. Un viaje sonoro por brillos, suspensos, inquietudes, aceleraciones, encantamientos, impaciencias y remansos.

 

The Long Surrender | Over The Rhine
por Alice M. Pollina

Karin Bergquist y Lindford Detweiler son el dúo “Over The Rhine”, y ese es también el nombre de un barrio de Cincinnati, Ohio, que es considerado uno de los lugares históricos mejor conservados de Estados Unidos. La música de esta pareja de compositores y multiinstrumentistas tiene mucho en común con el vecindario que eligieron para vivir y cuyo estilo arquitectónico recuerda a Nueva Orléans: belleza, clasicismo y jazz.

Bergquist y Detweiler son marido y mujer; comenzaron a hacer música, en 1990, tocando en clubes y lugares pequeños. Unos pocos meses después de su primer concierto - al que fueron a verlos veinte personas-, se encontraron abriendo shows de Bob Dylan y saliendo de gira por 25 ciudades como grupo soporte del ex-King Crimson, Adrian Belew.

Durante tres años fueron miembros ocasionales de la banda Cowboy Junkies y hasta ahora llevan editados catorce discos de estudio incluyendo  “The Long Surrender”, su nuevo trabajo, que va a ser editado por el sello Great Speckled Dog, el 11 de enero, aunque ya se puede comprar en formato digital en el sitio de la banda.

El disco fue producido por Joe Henry y grabado en su estudio Garfield House, en South Pasadena, California y marca el 20 aniversario de la carrera musical de la pareja.

Breves

Nirvana | MTV Unplugged in New York | Geffen Records | 1994

Hace ya muchos años atrás, uno de los tríos musicalmente más poderosos de los últimos decenios dejó la ferocidad eléctrica para brindar (y grabar) un tremendo concierto de ferocidad acústica. Con una performance extraordinaria de Kurt Cobain -en una excelente forma artística que (aprés-coup) presagiaba el final anticipado de su vida- y sólidamente acompañado por sus laderos de los últimos años, Dave Grohl y Kris Novoselic, MTV Unplugged In New York es un disco que revisita la esencia en crudo del trío, la que se esparce por temas propios y covers, David Bowie incluido. Una buena ocasión para (volver a) escuchar una de las mejores producciones en vivo de las que se tenga escucha. Incluso, puede ser incluida en la línea mitológica del album Paris de Supertramp ó Made in Japan de los Deep Purple. Loado sea ese cielo.

 

Violeta Parra | Las últimas composiciones | RCA Víctor | 1966

Estas últimas composiciones de la gran cantante y compositora chilena son el pico más alto de su legado musical. Un conjunto de canciones concebidas como disco, con un título finalmente sugestivo en vistas de su muerte, que incluye la surrealista Mazúrquica modérnica, Run-Rún se fue p'al norte, Volver a los 17 y Gracias a la vida, esa gran canción devenida en himno universal, que compuso y grabó pocos meses antes de ponerle fin a su propia existencia, disparo de por medio. La agudeza de sus palabras se ve afilada por una poética frondosa, variopinta y potente que se da el lujo de tener un acompañamiento minimal, a cargo de Alberto Zapicán y sus hijos Isabel y Angel Parra. Probablemente, el tiempo que ha pasado desde la grabación de esta placa sea el que ha cedido la propia voz de Violeta Parra en favor de otros nombres rutilantes de la llamada música popular. La tecnología y los nuevos modos de circulación de la música son, en este caso, unas buenas herramientas para volver a escuchar a esta mujer que, con la belleza salvaje de su voz y la simplicidad de su propuesta estética, amplía el horizonte de sus propias canciones.

Disparos al corazón
por Alice M. Pollina

Sonny Bono es el autor de Bang Bang (My Baby Shot Me Down), una canción que habla de un desencanto en una pareja que se conoce desde que eran niños y  jugaban a los pistoleros: Él tenía cinco y yo seis,  usábamos palos como caballos, él vestía de negro yo de blanco, él siempre ganaba la pelea. Bang bang, me disparaba.

La letra define al abandono como un disparo directo al corazón: Cuando crecí lo llamé mío, él siempre reía y decía, ¿recuerdas cuando jugábamos?, la música sonó y la gente cantó, las campanas de la iglesia tañeron sólo para mí. Ahora él se ha ido, no sé por qué. Y hasta el día de hoy a veces lloro. Se fue sin decir adiós. Bang, bang, él me disparó.  

Cher fue la primera en grabar el tema, en el año 1966 (salió en el disco The Sonny Side Of Cher). Desde el principio, estuvo destinado a tener múltiples versiones. Casi inmediatamente, ese mismo año, la hicieron Petula Clark, Stevie Wonder y Nancy Sinatra, quien le aportó un tono melancólico que hizo que, a través del tiempo, su cover fuera más popular que el original. También la interpretaron en vivo o la grabaron Frank Sinatra, Dalida, Mina, The Racounters y Paul Weller, entre otros. Quentin Tarantino, incluyó la versión de Nancy en Kill Bill Volume 1, una película en el que el director parece haberse tomado en forma literal los versos del tema.

Como en la letra, Sonny and Cher fueron, en el sentido artístico, dos niños jugando y creciendo juntos. Apenas se conocieron se fueron a vivir bajo un mismo techo, formaron el dúo y tuvieron un programa de televisión "Sonny and Cher, Comedy Hour", en la cadena CBS. Aunque se separaron, siempre mantuvieron una relación cordial y cuando el falleció en un accidente de ski, el 5 de enero de 1998, ella lloró desconsoladamente durante su discurso en el funeral.